El concepto de autodesarrollo de las organizaciones está tomando gran relevancia en la actualidad gracias a la aparición de herramientas de generación y edición rápida de contenidos formativos, que pueden difundirse y consumirse en cualquier momento y lugar.
Por ello, el paradigma de la formación está cambiando de manera que el empleado puede ser el generador de sus propios contenidos para el aprendizaje. Otro aspecto que está teniendo lugar ya desde hace unos años con la universalización o comoditización del conocimiento en la red, es que algunas empresas no son capaces de generar conocimientos de formación a la velocidad que lo hace la sociedad y por lo tanto delega en ella esta función y se dedica a canalizar, buscar y poner a disposición de los empleados ese conocimiento específico que le sirve. Con esto se optimiza el tiempo que se dedica por parte de los empleados a esta búsqueda de conocimiento.
Otro aspecto relevante es que las empresas deben también buscar su know how internamente. Existe mucho talento interno con grandes conocimientos y expertise en aspectos críticos para la compañía que pueden convertirse en formadores, prescriptores, blogeros y en definitiva generadores de sus propios itinerarios formativos que pueden poner a disposición del resto de empleados a través de herramientas sociales internas.
Por último no hay que olvidar que el autodesarrollo es una actitud antes que una capacidad, por ello las compañías deben generar el contexto adecuado (no solo facilitar herramientas) para que el empleado quiera y desee ser el dueño y máximo responsable de su propio desarrollo. En este reto, la gestión del talento puede facilitar un mejor encaje entre el empleado y su puesto/cometido, de manera que coincida con sus intereses, motivaciones y expectativas.
«Existe mucho talento interno con grandes conocimientos y expertise en aspectos críticos para la compañía»
Esto, junto con una firme disciplina para poner en práctica los aprendizajes y perseverar para conseguir los objetivos, permiten que día a día, año a año, los profesionales de las compañías crezcan como personas y como profesionales para alcanzar sus propias metas de desarrollo.
El Autodesarrollo es una de las siete competencias definidas por el Grupo Reale para todos sus empleados, independientemente del puesto que desempeñen. Se define como: “Ser consciente de los propios puntos fuertes y áreas de mejora, explorando los límites y las potencialidades, buscando constantemente feedback. Esto conlleva la capacidad para saber cuestionarse a sí mismo y sentir curiosidad por nuevas oportunidades de aprendizaje de nuevas competencias”
El Autodesarrollo implica:
Conocer las propias fortalezas y áreas de mejora.
Solicitar y aceptar el feedback utilizándolo para el propio desarrollo.
Buscar activamente oportunidades de mejora y desarrollo.
Planificar el desarrollo de uno mismo a largo plazo.
Apostar por el autodesarrollo facilita el crecimiento profesional y la satisfacción de los empleados de las compañías. En Reale creemos firmemente en el beneficio de tener empleados satisfechos, por eso apostamos no solo por el autodesarrollo, sino también por todas aquellas medidas que nos permitan seguir siendo un Great Place to Work.