El autoconsumo fotovoltáico, o lo que es lo mismo, la producción individual de electricidad para el propio consumo mediante paneles solares, está viviendo un momento álgido en nuestro país.
Con incrementos de dos cifras anuales –30% en 2020– según la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), España vive un auténtico boom del autoconsumo mediante energía solar.
Si quieres acceder a más datos, este es el informe anual de la UNEF en 2021, titulado “Energía solar fotovoltaica, oportunidad para la sostenibilidad”.
Las familias están apostando por esta fuente de energía limpia, que se ve impulsada por varios factores:
La desaparición del “impuesto al sol” a finales de 2018.
El incremento de los precios de la energía, sobre todo la eléctrica.
El abaratamiento de los paneles solares.
Pero, ¿Cómo puedes instalar placas fotovoltaicas para el autoconsumo? ¿Qué potencia necesitas? En este artículo te vamos a dar todas las claves. ¡Allá vamos!
En este artículo encontrarás todo lo que necesitas saber:
¿Qué es el autoconsumo fotovoltaico?
El autoconsumo fotovoltaico consiste en instalar placas solares en tu vivienda para generar tu propia energía eléctrica. Esta práctica puede ser llevada a cabo por personas individuales, familias, empresas o instituciones, siempre que la electricidad tenga como objetivo el autoabastecimiento.
Los sistemas de autoconsumo solar pueden instalarse en prácticamente cualquier tipo de edificio, desde una vivienda unifamiliar, pasando por un bloque de viviendas, hasta un colegio, un supermercado o cualquier pabellón industrial.
Beneficios del autoconsumo fotovoltaico
La nueva normativa de autoconsumo simplifica los trámites, reconoce el derecho a autoconsumir energía eléctrica renovable sin peajes ni cargos y permite que estos equipamientos se instalen a nivel individual o de forma compartida, por ejemplo, en las comunidades de vecinos.
Repasamos los principales beneficios para el consumidor de los sistemas de autoconsumo fotovoltaico:
Ahorro directo en la factura eléctrica y una menor dependencia de los cambios de precio de las tarifas, ya que una parte de las necesidades de la vivienda o empresa se cubre con la energía generada por el sistema de autoconsumo.
Mayor control sobre la gestión energética, tanto a nivel individual como para el conjunto de la sociedad.
Inversión amortizable. Según el IDAE (Instituto para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) las instalaciones de autoconsumo se amortizan entre 6 y 10 años, aunque depende de la potencia instalada y del uso que se haga de la energía.
Beneficios fiscales. La derogación del llamado “impuesto al sol” y la llegada del Real Decreto 244/2019, que aclara y simplifica los trámites, han supuesto un claro impulso al autoconsumo. Además, en junio de 2021 el Gobierno de España aprobó una serie de ayudas para la instalación de placas solares, que junto a las subvenciones ofrecidas por los ayuntamientos vienen a favorecer el autoconsumo eléctrico.
¿Cómo funciona el autoconsumo fotovoltaico?
La instalación se compone de paneles solares, que se fijan al tejado mediante una estructura, y otros elementos como los inversores, cables y conectores. Opcionalmente, puede incorporar un sistema de almacenamiento de la energía sobrante mediante baterías.
Esta modalidad de consumo no solo supone un ahorro en la factura de la luz, sino que también contribuye a frenar el cambio climático al utilizar energías renovables.
Tipos de autoconsumo fotovoltaico
Existen dos modalidades de autoconsumo fotovoltaico según el destino de la energía excedentaria, es decir, de la energía sobrante del sistema que los propietarios de la instalación no utilizan.
Autoconsumo sin excedentes
Son instalaciones de autoconsumo desconectadas de la red de distribución, en las que la energía utilizada se consume en el instante y que tienen sistemas antivertido que impiden la inyección de la energía excedentaria a la red de transporte o distribución.
Autoconsumo con excedentes
Se caracterizan por autoconsumir su propia energía y comprarla en los momentos que el sistema fotovoltaico no puede producir. Este sistema permite además la inyección de la energía de sobra a la red de transporte y distribución de luz.
Los usuarios con este tipo de instalación fotovoltaica pueden acogerse así a un sistema de compensación de excedentes -también conocido como balance neto–, es decir, compensar en la siguiente o siguientes facturas, según la legislación vigente, la energía volcada a la red.
Y dentro de esta modalidad, nos encontramos con 2 variantes:
Las instalaciones fotovoltaicas sujetas a compensación de excedentes
En esta variante, la energía que no se autoconsuma de forma instantánea se vuelca a la red de manera que al final del periodo de facturación -como máximo un mes- el valor de esa energía excedentaria se compensa en la factura del consumidor.
Las instalaciones fotovoltaicas no acogidas a compensación
En este sistema, la energía que no se autoconsuma en el mismo momento se vuelca a la red eléctrica y se vende obteniendo por ella un beneficio económico. Para ello deben darse de alta como productores en el RAIPRE (Registro administrativo de autoconsumo solar fotovoltaico).
Para acogerse al mecanismo de compensación de excedentes, tu instalación deberá cumplir los siguientes requisitos:
Fuente de origen renovable.
La potencia no puede ser superior a 100 kW.
Tener un único contrato de suministro para el consumo asociado y los consumos auxiliares y que se haya suscrito un contrato de compensación, tal y como se define en el artículo 14 del Real Decreto 244/2019 de autoconsumo.
Que la instalación no esté sujeta para la venta de energía.
Quieres instalar placas solares, ¿por dónde empiezas?
Lo primero que debes comprobar es cuánto espacio tienes en el tejado y si cumple con los requisitos necesarios para una instalación de paneles solares.
También es importante estudiar las características y orientación del edificio para buscar la mejor ubicación respecto a los rayos del sol, idealmente la orientación sur.
Si el tejado es viejo y está prevista su sustitución en breve, lo recomendable es esperar a su renovación para instalar el sistema fotovoltaico, ya que la vida útil de los paneles solares puede alargarse hasta los 25 años.
Una vez determinada la ubicación de los paneles, lo recomendable es contactar con una empresa especializada. La empresa instaladora será la que lleve a cabo el estudio de viabilidad de la instalación, además de realizar la instalación con todas las garantías técnicas y administrativas.
¿Qué potencia debes instalar?
El primer paso para saber cuántos paneles solares necesitas es conocer el consumo eléctrico de tu vivienda o edificio. Para ello, puedes consultar una factura de la luz, la cual te dirá cuántos kilovatios hora consumes mensualmente.
Lo recomendable es obtener una información lo más detallada posible para analizar tus consumos a lo largo del día. Esto lo puedes consultar a través de la zona privada de la web de tu compañía distribuidora de electricidad o con tu propio medidor de energía, en caso de tenerlo.
Como regla general, una instalación correctamente dimensionada es aquella que autoconsume instantáneamente el máximo de energía posible, sin acumular demasiado sobrante que haya que verter a la red.
Precio y rentabilidad de la instalación fotovoltaica
Es muy importante realizar un estudio lo más personalizado posible de tu edificio o vivienda, de sus características y consumos de electricidad, con el fin de que la instalación fotovoltaica sea la más acorde a tus necesidades.
Como en la mayoría de los trabajos de este tipo, la recomendación es solicitar varios presupuestos a distintas empresas instaladoras y comparar precios y servicios. En este caso es importante además que cuentes con un correcto asesoramiento, que te ayudará a entender la inversión a realizar.
<h3> Costes de los componentes de una instalación fotovoltaica
A modo orientativo, esto podría ser el presupuesto de una instalación fotovoltaica, desglosada por sus componentes principales:
Paneles solares: entre 150 y 400 euros.
Inversor solar: estos convertidores de corriente rondan los 400 – 1.500 euros.
Contador de autoconsumo: es un dispositivo necesario para las instalaciones acogidas a la modalidad de compensación de excedentes, que cuesta entre los 100 y 200 euros, aunque también puede alquilarse con un coste de 0,80 y 0,90 euros / mes.
Baterías fotovoltaicas: es el elemento más caro de las instalaciones solares, y según el tipo de batería solar y la marca, puede oscilar su precio entre 200 y 10.000 euros.
Regulador solar: fundamental en las instalaciones desconectadas que no vuelcan excedentes, ya que controlan la carga de las baterías solares. Cuestan entre 50 y 700 euros.
Simplificando, una instalación tipo puede rondar entre 1 y 1,7 euros/kWp llave en mano e IVA incluido. Es decir, para una instalación de 3 kilovatios de potencia el presupuesto podría estar entre los 3.000 y 5.100 euros, pero esto puede sufrir mucha variación según el edificio, la tipología de la vivienda o viviendas, las dificultades de la instalación, etc.
España es, junto a Portugal, uno de los países de Europa que disfruta de una mayor irradiación solar a lo largo del año por lo que la instalación de un equipamiento de autoconsumo fotovoltaico, puede tener mucho sentido.
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