Conocer los estatutos de la comunidad de vecinos de las plazas de garaje puede ahorrarte muchos quebraderos de cabeza y ayudarte a la hora de gestionar trámites o de resolver conflictos en relación al parking comunitario y a su normativa.
En este artículo te vamos a hablar de qué es la normativa de garajes comunitarios, de los tipos en función de distintos criterios y por último, de las obligaciones que tienen los propietarios de garajes de comunidad.
En este artículo encontrarás todo lo que necesitas saber:
- 1 ¿Qué son los estatutos de la comunidad de propietarios de garajes?
- 2 La plaza de garaje: de lujo a necesidad
- 3 Tipos de plazas de garajes comunitarios
- 4 Responsabilidad por plazas de garaje según los estatutos comunitarios
- 5 Obligaciones de los propietarios de plazas de garaje
¿Qué son los estatutos de la comunidad de propietarios de garajes?
Se entiende por estatuto de la comunidad de vecinos de garajes el documento que recoge el régimen jurídico y el reglamento de funcionamiento de una comunidad de propietarios de garajes ubicados en un inmueble.
La normativa de los garajes comunitarios sirve para establecer lo que está permitido o no en ese edificio o urbanización, y reúne las directrices respecto al uso de las instalaciones, zonas comunes, gestión servicios, gastos, administración, seguros, conservación o reparaciones, entre otras cuestiones.
El estatuto de tu comunidad de vecinos de garajes es un documento que debes conocer si tienes una plaza de aparcamiento en propiedad, y que te recomendamos solicitar al presidente o administrador de tu comunidad. También puedes consultarlos en el Registro de la Propiedad.
En el caso de las plazas de garaje de alquiler, el propietario solo estaría obligado a proporcionarte información de los gastos de la comunidad si te los estuviera repercutiendo. De hecho, la Ley de Arrendamientos Urbanos obliga a que en el contrato de alquiler figure la cuantía anual de los gastos de comunidad para que esa exigencia tenga validez.
No existe un único modelo para los estatutos de la comunidad de vecinos de garajes o viviendas, siempre que se respete el marco legal establecido por la Ley de Propiedad Horizontal (artículos 5, 6 y 17), cada comunidad puede redactar sus estatutos según sus características y necesidades particulares.
La plaza de garaje: de lujo a necesidad
Contar con una plaza de garaje se ha convertido en un elemento casi imprescindible en las modernas comunidades de propietarios.
Como sabes, cada vez es más complicado aparcar en la vía pública, sobre todo en las grandes ciudades, por lo que el contar con plaza propia de aparcamiento ha pasado de ser un lujo a una necesidad, sobre todo para aquellos que utilizan el coche diariamente en sus desplazamientos.
Otra de las razones para adquirir un garaje es evitar daños en tu vehículo, ya que aparcar en la calle hace que tu vehículo esté expuesto a las inclemencias meteorológicas, a cambios bruscos de temperatura, actos vandálicos o incluso a robos.
Tipos de plazas de garajes comunitarios
La clasificación de las plazas de garaje comunitarias puede realizarse atendiendo a distintos criterios.
A continuación te detallamos las dos que consideramos principales.
Plazas de garajes comunitarios abiertas o cerradas
Al acceder a algunos garajes de comunidades de viviendas, la primera diferencia que encontramos es la relativa a si la plaza es abierta o si cuenta con una puerta de acceso que se puede cerrar y que privatiza físicamente el acceso al vehículo del resto.
En este sentido, tenemos:
Garaje compartido o de raya
Estos garajes se ubican en espacios subterráneos o en las planta bajas de edificios destinados a este fin.
Son plazas de garaje diáfanas, sin separaciones, delimitadas únicamente por rayas pintadas en el suelo y cada una está asignada a un propietario.
Garaje independiente en espacio compartido
Este tipo de plaza de garaje puede también ser subterránea o en superficie, pero se diferencia del anterior en que está perfectamente separada -muchas veces cuenta incluso con un portón-, y solo el propietario tiene acceso a la misma, en ocasiones directamente desde su propia vivienda.
Aparcamientos al aire libre
No son garajes como tal, sino una serie de plazas de aparcamiento al aire libre habitualmente ubicadas en una zona residencial.
El ejemplo más claro es la típica urbanización privada que cuenta con plazas delimitadas y asignadas a los propietarios, aunque también podrían ser compartidas.
Plazas de garajes en comunidades de viviendas y en comunidades independientes
La plaza de garaje puede estar sita en la propia comunidad de viviendas o puede ser un espacio aparte construido con la finalidad de albergar aparcamientos.
Aparcamientos en comunidades de viviendas
Son el ejemplo más habitual y corresponden principalmente a comunidades de viviendas de nueva creación.
Aparcamientos en garajes comunitarios independientes
Este tipo de estacionamientos se sitúan por lo general cerca de comunidades de viviendas antiguas en las que en su construcción no se tuvo en cuenta el aparcamiento de vehículos.
Otra opción de la que se están sirviendo algunas ciudades, sobre todo las más grandes, es como alternativa de segundas plazas de garaje en zonas de afluencia de propietarios o empleados de comercio o de oficinas que necesitan poder estacionar sus vehículos durante largas horas todos los días.
Responsabilidad por plazas de garaje según los estatutos comunitarios
Si te decides a comprar una plaza de garaje, de cualquiera de estos tipos, debes saber que no eres independiente de la gestión de la comunidad, sino que en todos los casos tienes unas responsabilidades que se recogen en el estatuto de la comunidad de vecinos de garajes.
Un garaje, como parte integrante de una comunidad de propietarios ligada a una finca, y según el Artículo 5 de la ya mencionada Ley de Propiedad Horizontal, tiene una cuota de participación en el inmueble, en base a la cual se calcula su participación en los gastos comunes.
Los gastos a asumir dependen, eso sí, de si el garaje y las viviendas pertenecen a la misma comunidad de propietarios de garajes o si son independientes.
A continuación te contamos qué ocurre en ambos casos.
Plazas de garaje y vivienda en la misma comunidad
En este caso, el garaje se encuentra integrado en la misma comunidad de propietarios del edificio, junto al resto de elementos comunes. Hay un único estatuto de la comunidad de vecinos que lo gestiona todo.
Según hemos comentado, todo garaje tiene una cuota de participación en el inmueble que se asigna en función de sus dimensiones, y a partir de este porcentaje es cómo se calculará la aportación (mensual o bimestral) en los gastos.
Como propietario de la plaza de aparcamiento tendrás que abonar lo que te corresponda de los costes de limpieza, mantenimiento, desgaste o averías, tanto de los garajes como del resto de las zonas comunes del inmueble: escaleras, ascensor, portal, sistema de vigilancia, etc.
Los garajes como comunidad independiente
Si, por el contrario, a pesar de estar en un mismo edificio, el garaje y las viviendas pertenecen a comunidades de vecinos independientes -lo más habitual-, el propietario de una plaza de parking no tiene en principio la obligación de abonar las derramas por reparaciones en la finca, sino solamente las que corresponden a los garajes.
Esta es la modalidad más habitual y lo cierto es que cuenta con muchas ventajas, ya que ayuda a separar los gastos de comunidad de las viviendas de los relacionados con el uso de los garajes, ya que puede haber propietarios de parcelas que no lo sean al mismo tiempo de una vivienda (y viceversa) o que incluso residan en otro inmueble.
En las comunidades de vecinos de garajes, los diversos gastos (luz, agua, puerta de acceso, sistemas antiincendios, vigilancia, etc.) son soportados por las provisiones de fondos de los propietarios de las plazas de parking, según lo regulado en los estatutos de la comunidad.
Y la participación en los gastos del garaje de cada propietario se puede calcular de dos formas:
Cuota proporcional
A cada plaza de garaje, según su coeficiente de participación en la propiedad comunitaria -que se refleja en la escritura de compraventa-, se le otorga una participación proporcional en los gastos.
Cuota alícuota
Los gastos totales de mantenimiento del aparcamiento se dividen entre el total de plazas, por lo que cada propietario abona una misma cantidad.
Se debe destacar que hay un tipo de gastos en los que el garaje tiene que participar obligatoriamente, sea una comunidad independiente de las viviendas o no, y son los gastos de tipo estructural, tales como la rehabilitación o reparación de fachadas, cubiertas, terrazas, patios, etc.
Obligaciones de los propietarios de plazas de garaje
En cualquiera de las dos situaciones anteriores, como dueño de una plaza de garaje en una comunidad de vecinos, hay una serie de obligaciones que debes cumplir.
¡Anota para que no se te pasen por alto!
Al igual que ocurre con las viviendas, tener una plaza de garaje requiere una serie de gastos anuales en los que debemos estar al corriente: los gastos de comunidad y el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) de tu ayuntamiento.
En cuanto al mantenimiento de tu plaza de garaje, tienes que mantener tu plaza en buen estado de conservación, de manera que no se ocasione ningún perjuicio a la comunidad, ni al resto de los propietarios.
No debes realizar actividades prohibidas, molestas o perjudiciales en tu plaza de garaje, tanto si es un garaje cerrado como en raya.
Debes contribuir a los gastos generales de los garajes, tal y como dispongan los estatutos de la comunidad de garajes a partir de la cuota de participación mencionada. De esta manera, se contribuye además al fondo de reserva de la comunidad para el mantenimiento, conservación de elementos y cualquier reparación necesaria.
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