Ana pasó a la historia por ser la primera borrasca con nombre de España, se trata de una ciclogénesis explosiva o una borrasca muy intensa que se desarrolla en un corto plazo de tiempo desencadenando vientos huracanados, fuertes lluvias e incluso nevadas. Con fenómenos así en invierno, te damos algunos consejos para protegerte ante temporales de estas características.
Si vas en coche, activa tus cinco sentidos
Consulta los partes meteorológicos antes de arrancar.
Con el asfalto mojado la distancia de frenada es mucho mayor. Toma la decisión inteligente, baja la velocidad y aumenta la distancia de seguridad con el resto de conductores.
Una fuerte ráfaga de viento puede provocar un bandazo de tu coche. Vigila las salidas de túneles y agarra fuerte el volante.
Evita acelerones, frenadas y volantazos. Puedes perder el control o crear situaciones comprometidas para otros conductores.
Revisa el estado de los neumáticos. Una presión incorrecta o unos neumáticos en mal estado podrían provocar que hicieras aquaplaning, perdiendo el control de tu vehículo. Si hay previsión de nieve, lleva cadenas o neumáticos de invierno.
Ten precaución en las zonas de sombra ya que se pueden crear placas de hielo.
Revisa los niveles de líquidos, ve con el depósito de gasolina lleno y con batería en el teléfono.
Recuerda que la prevención es el mejor seguro, pero para aquellos casos en que no se puede evitar tener un siniestro, puedes contar con la protección del seguro de coche Reale.
Transforma tu hogar o tu comercio en una verdadera fortaleza
Si hay vientos fuertes, baja las persianas. Así evitarás posibles roturas de los cristales.
Revisa el sellado de los marcos de las puertas y ventanas. Evitarás filtraciones y aislarás mejor la casa, manteniendo su calor. Un sellador de silicona te será muy útil.
Limpia los canalones, las bajantes y otras tuberías exteriores. Tras los meses secos, acumulan tierra, hojas secas o nidos de pájaros que pueden obstruir el paso del agua y provocar roturas o goteras.
Recoge los toldos y macetas sujetos a la vivienda ¡Así evitarás que salgan volando y que puedas causar daños a un viandante o a los vehículos aparcados.
Si vives en una casa unifamiliar, revisa el estado de los muros. Las grietas pueden ayudar a que se filtre el agua haciendo que el muro ceda.
Los bajos y los comercios a pie de calle son una zona propensa a inundarse, por lo que si resides o trabajas en uno, traslada muebles, electrodomésticos y otros objetos de valor a plantas superiores. Intenta proveerte de sacos de arena y otras barreras para crear un dique y bloquear el paso del agua.
Recoge toldos, carteles, mesas y sillas, y comprueba la fijación de los rótulos de tu negocio. Están expuestos al viento y podrían caer poniendo en riesgo a los viandantes, otros negocios o coches aparcados en la zona.
Si tienes elementos de obra en el exterior como andamios o grúas, contacta con la empresa responsable para que revisen sus fijaciones y, de ser posible, los retiren.
Sigue nuestros consejos para proteger tu hogar y comercio. Recuerda que siempre estamos a tu disposición.
Que el temporal no te obligue a echar el cierre de tu comercio
Determinadas calles son propensas a ser inundables o eran antiguos cauces de ríos. Hazte con unos sacos de arena y utilízalos como barreras que frenen el agua.
Revisa ventanas y puertas al exterior, tanto cristales como juntas. Posiblemente tu negocio esté al nivel de la calle, por lo que puede ser toda una puerta de entrada del agua.
Recuerda que los fenómenos meteorológicos son imprevisibles y la prevención y el sentido común son tu mejor aliado. Sigue a las agencias meteorológicas como Aemet, o servicios como el 112. Ten en cuenta que este tipo de daños los cubrirá el Consorcio Compensación de Seguros solo si son tan graves que decida declararlos consorciables; de lo contrario será tu seguro habitual quien se haga cargo de ellos.