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Conducir con hielo: 8 consejos para aumentar tu seguridad

07 Feb 22

Conducir con hielo en la carretera es una situación extrema que puede ocurrir si te pilla un temporal de frío durante el invierno. Para adelantarnos a esta eventualidad, que puede llegar a ponerte en riesgo al volante, es muy importante que hayas preparado el coche adecuadamente y que conduzcas de forma preventiva.

En este otro artículo de nuestro blog ya te dábamos las claves del mantenimiento del coche durante el invierno, a continuación te compartimos ocho consejos para conducir con hielo o nieve de forma segura.

8 consejos para conducir con hielo que debes saber

Si vas a ponerte en carretera en invierno y te preocupa cómo conducir con hielo, lo primero y más básico que tienes que comprobar es si tu vehículo está al día en todas las operaciones de mantenimiento y revisiones preventivas necesarias (cambio de aceite, estado de los neumáticos, revisión de frenos, etc.).

Una vez en la carretera, si te encuentras con hielo en la calzada, hay una serie de recomendaciones que te ayudarán a enfrentarte a este fenómeno climatológico con unas mayores garantías de seguridad.

¡Toma nota de nuestros consejos para conducir con hielo!

 Revisa tus neumáticos

Como ya hemos mencionado, antes de salir es fundamental que te asegures de que tu vehículo va a responderte en caso de que te encuentres con hielo en la calzada.

Por eso, en caso de que te falte por hacer alguna revisión o reparación clave, por aquí deberás empezar a preparar tu viaje.

Debes saber que el frío perjudica mucho el rendimiento de tus neumáticos, que por debajo de los 7ºC empiezan a perder prestaciones, sobre todo adherencia.

Tomando este hándicap en cuenta es que los fabricantes han desarrollado los denominados neumáticos de invierno, que pueden ser tus grandes aliados de la seguridad si vives en una zona donde las heladas o incluso las nevadas o las lluvias abundantes son habituales en temporada invernal.

Los neumáticos de invierno están especialmente diseñados para mejorar el agarre y la evacuación de agua y nieve, además de estar fabricados con compuestos que no reducen sus prestaciones con las bajas temperaturas.

Se distinguen por llevar grabado un símbolo de una montaña de tres picos y un copo de nieve en su interior y, salvo algún caso excepcional, se recomienda su uso entre octubre y marzo, ya que pierden eficacia con las altas temperaturas.

En cualquier caso, siempre hay que revisar el estado de los neumáticos antes de cualquier desplazamiento: inflado, desgaste, bandas de rodadura…

Con un neumático en malas condiciones, la distancia de frenado y el riesgo de patinar, en caso de que la climatología adversa implique por ejemplo conducir con hielo, se incrementa de forma exponencial, además de verse comprometido el agarre del vehículo en cualquier situación.

 Lleva un juego de cadenas de nieve y hielo

Aunque no es obligatorio llevar cadenas en el coche, sí que es recomendable contar con ellas en el maletero durante la temporada de frío, sobre todo si vas a visitar una zona de montaña o una estación de esquí, ya que, en caso de hielo, temporal y nevadas, la Dirección General de Tráfico (DGT) podría decretar la obligatoriedad de usarlas en un puerto o carretera determinada.

Recuerda que te pueden multar si es obligatorio conducir con cadenas y no las llevas. Ocupan poco y son más fáciles de colocar de lo que parece.

Contar con cadenas (sean de tipo textil o metálicas) es la diferencia que puede “salvarte” de quedar atrapado con el coche en medio de ninguna parte en la nieve o el hielo.

 Equípate adecuadamente

En invierno, a la hora de emprender un viaje en coche, es muy recomendable estar bien equipado, por lo que pudiera pasar: llevar ropa de abrigo extra, mantas, el depósito o la batería del coche a tope, agua, algo de comida no perecedera (barritas energéticas, frutos secos, snacks salados) y el teléfono cargado y con cargador, por si las cosas se complican.

Permanece atento e identifica posibles situaciones de placas de hielo

Muchas veces no es fácil detectar las placas de hielo. De hecho, este es uno de sus grandes peligros. Por ello, es muy importante saber identificar dónde podría esconderse, para anticiparte y circular con más precaución.

Estas son algunas situaciones y circunstancias en las que podría haber placas de hielo:

  • Cuando el termómetro de tu coche marca 3ºC o menos. A una temperatura de 0ºC o inferior, si hay mucha humedad o ha habido precipitaciones, el riesgo se acentúa aún más.

  • En invierno puede haber placas de hielo ocultas bajo los puentes, a la entrada y salida de pasos elevados o en las zonas de sombra de la carretera.

  • Si el asfalto está brillante y refleja la luz del sol, atento porque puede ser el anuncio de hielo en la carretera.

  • Cuidado durante las primeras y las últimas horas de la noche, esto sumado a la humedad puede ocasionar placas de hielo o escarcha.

En todos estos casos, deberás reducir la velocidad y conducir con suavidad para no salirte de la carretera.

 Reduce la velocidad

Cuando hay riesgo de hielo y nieve, tu conducción deberá ser mucho más tranquila y suave. Has de reducir en la medida de lo posible el cambio de marchas, ser suave a la hora de girar el volante y, en general, aumentar las precauciones.

Si ya estás encima de una placa de hielo lo mejor es tratar de mantener la calma y no realizar movimientos bruscos para evitar patinar. Deberás evitar dar un pisotón al pedal del freno o acelerar y tampoco has de rectificar la dirección porque será peor.

Si vas despacio, evitarás males mayores hasta que pase la placa de hielo y puedas recuperar el control del coche.

Aumenta la distancia de seguridad

La distancia de seguridad es un factor fundamental en cualquier circunstancia meteorológica, más aún al conducir con el asfalto helado, ya que este aumenta enormemente la distancia que recorre tu vehículo desde que pisas el freno hasta que se detiene por completo.

Además, el hielo es muy resbaladizo, lo que complica la situación en caso de tener que realizar una frenada de emergencia o una maniobra rápida para evitar colisionar con otro coche. Todas las recomendaciones clásicas se repiten aquí, ampliando aún más de lo normal los márgenes en cuanto a distancias de seguridad.

Recuerda: cuanta más distancia de seguridad, más tiempo dispones para reaccionar ante cualquier imprevisto y evitar un accidente.

Ayúdate de las marchas

Si conduces con hielo lo mejor es llevar la marcha más larga posible –sin superar las 2.500 RPM (revoluciones por minuto)– para minimizar el riesgo de deslizamiento sobre el asfalto resbaladizo.

Además, los cambios continuos de marchas incrementan las posibilidades de que pierdas el control del coche, por lo que la recomendación es clara: una relación de marchas largas y una velocidad uniforme.

Si tu coche cuenta con cambio automático de marchas, puedes también activar el modo invierno o nieve, algo que normalmente suelen llevar, para que te ayude en el control de la tracción y la estabilidad sobre la carretera helada.

 Cuenta con un buen servicio de asistencia en carretera

Una última recomendación que te hacemos es que contrates un buen seguro de coche que te responda adecuadamente en caso de sufrir algún percance debido al invierno.

Con Reale Seguros, si te pilla algún problema con una placa de hielo, siempre puedes contar con nuestro servicio de asistencia en carretera que te ofrecerá la ayuda necesaria.

Para obtener rápidamente un presupuesto, puedes utilizar nuestra calculadora online, que te ayudará a calcular tu seguro de coche y elegir la póliza que mejor se adapte a tus necesidades y experiencia.

En Reale Seguros estamos a tu disposición para aclararte dudas o asesorarte. No dudes en consultarnos.