Las multas por conducir sin seguro son mucho más habituales de lo que deberían ser. Y es que, a pesar de que la ley española establece la obligatoriedad de contar con, al menos, el seguro de Responsabilidad Civil Obligatoria antes de ponerse tras el volante de un coche, se calcula que el número de vehículos que circulan sin él en nuestro país supera los dos millones.
Se trata de una cifra inusual y extremadamente alta, especialmente si se tiene en cuenta que circular por la vía pública con un vehículo sin seguro es una actividad ilegal además de una irresponsabilidad.
Sin embargo, las posibles multas y sanciones económicas que te puede acarrear conducir sin seguro no son, ni mucho menos, la peor preocupación a la que te puedes enfrentar si lo haces.
A lo largo de este artículo vamos a hacer un repaso por las multas y sanciones a las que te enfrentas si no tienes regularizado y en vigor el seguro de tu vehículo.
En este artículo encontrarás todo lo que necesitas saber:
¿Es delito conducir sin seguro?
Conducir sin seguro no está tipificado como delito en el código penal pero, además de ser una irresponsabilidad, tal y como hemos mencionado en párrafos anteriores, sí que se trata de una actividad ilegal regulada por ley.
En este sentido, la ley exige que cualquier vehículo dado de alta debe contar con, al menos, el seguro de responsabilidad civil. La función principal de este seguro es cubrir los daños a terceros en caso de accidente, y la ley establece que todo propietario debe contratarlo para cada uno de los coches de los que disponga, sin importar el uso que les de o la frecuencia con la que los conduzca.
Así pues, conducir sin seguro implica incurrir en una infracción administrativa que, además de conllevar una multa económica de cuantía variable, puede traer consigo otro tipo de sanciones y consecuencias más o menos graves.
¿A qué multas por ir sin seguro te puedes enfrentar?
Dependiendo de las circunstancias, la multa por conducir sin seguro puede oscilar entre los 601 € y los 3.005 €.
Esta sanción económica sigue las directrices estipuladas en el artículo 3 del Real Decreto Legislativo 8/2004 y se establece en función de distintos factores:
El tipo de vehículo del que se trata.
El tiempo que lleva circulando sin seguro.
El permiso de conducir necesario para manejar dicho vehículo.
Si existe o no reincidencia.
Además, debes saber que como otras sanciones de este tipo, se aplica sobre el propietario del vehículo independientemente de si es o no es el conductor habitual del mismo.
Otras consecuencias directas de conducir sin seguro
Además de la ya mencionada sanción económica, conducir sin seguro tiene otras consecuencias.
Las principales son:
A tu vehículo se le prohibirá circular por todo el territorio nacional hasta que hayas normalizado la situación del seguro.
Dependiendo de las circunstancias, puede que debas dejarlo en depósito por un tiempo que puede oscilar entre un mes y un año.
Durante este tiempo deberás asumir todos los gastos derivados de dicho depósito que correrán por tu cuenta.
Para pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), es fundamental contar con el seguro obligatorio. Esta inspección sirve para garantizar el buen estado del vehículo, por lo que circular en un coche que no la haya superado, aumenta el riesgo de sufrir un accidente por culpa de la falta de mantenimiento o del mal estado de determinadas piezas y componentes.
Los costes del daño a terceros en caso de accidente son muy superiores.
En caso de apertura de proceso judicial tras un siniestro no tendrás derecho a defensa jurídica.
Se establece un perjuicio manifiesto en tu historial de conductor, lo que puede desembocar en un rechazo por parte de las compañías aseguradoras.
Estarás obligado a asumir todos los costes derivados de cualquier siniestro en el que te veas implicado.
¿Y si dejas el coche aparcado?
Ante la duda, es posible que decidas dejar tu coche sin seguro estacionado en la calle, el garaje o frente al portal de tu casa y prescindir de él hasta que tengas tiempo de regularizar la situación. Sin embargo, esta tampoco es una buena idea.
A efectos prácticos, la ley no tiene en cuenta si el vehículo carente de seguro circula de forma habitual o no. Así, incluso en este contexto podrías enfrentarte a situaciones de daños a terceros en las que, sin duda, no te supondrá ninguna ventaja el no contar con un seguro.
Resumiendo lo dicho hasta aquí: conducir sin contar con un seguro de coche es una mala idea que puede causarte muchos más problemas que los derivados de una simple sanción económica.
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